RA: Leonardo

Tengo unas semanas ya conociendote Leonardo, pasamos dias charlando y charlando, conociendonos, cada rincon de nuestra alma, uno a uno todos nuestros secretos.

Para ser honesta simplemente me enloqueces, me enloquece tu cabello perfecto, lacio, interminable y oscuro, y tu mirada profunda, a la vez dulce a la vez cruel, no me deja opcion mas que desnudar mi alma ante ti, no te tengo secretos, no podria aun que quisiera.

Me enloqueces por que tu cuerpo ya a probado las caricias de un hombre igual que el mio, tal vez el mismo trato, tal vez las mismas manos, tal vez, tal vez.

Todo comenzo tan inocente, con una sonrisa compartida, un hola y de ahi ya teniamos nuestros nombres, Leonardo, pasamos una y mil tardes charlando de nosotros, entendiendonos, sabiendonos, reinventandonos el uno al otro, una y otra vez, adaptandonos a las circumstancias, para estar ahi, cada dia, a cada hora, siempre.

Tuve miedo de lo prohibido, quise dejar al hombre lo del hombre, al final no pude, mi lucha interna duro una y mil noches, cuando no estaba contigo, tratando de convencerme que no hay futuro ahi para mi, despues de cada noche me fui dando cuenta poco a poco que ya no queria luchar, que estaba dispuesta a correr el riesgo, yo sola, sola pero contigo, para ti.

Fueron pasandoo los dias y fui encontrando las fortalezas de tus defectos, me enseñaste las fuerzas que yo crei debilidades, me enseñaste que los limites estan solo en mi cabeza, en mi corazon tan solo hay un campo abierto, aprendi una nueva forma de amar podria decir, quiero estar contigo, aun que no me pertenescas, aun que no me puedas pertenercer nunca.

Una noche, noche de copas, confesiones y alcohol, por fin revelo el ultimo de mis secretos, y con el se fue el ultimo de mis escondites, la ultima inpureza en mi ser, se que el alcohol fue el detonante, pero esta era una bomba que pasientemente conto cada segundo hasta esa noche, la noche donde decidi no esperar mas a ver que sucedia, decidi que tenias que ser mio, aun que sea por una noche, aun que sea por un rato, aun que sea una vez.

Esa noche no pude ser mas feliz, y es morboso y tal vez un poco retorcido, esa noche me diste todo el poder y me dejaste hacer de ti lo que quise, me senti fuerte, dominante en total control, senti que te tenia todo para mi y que te gustaba, que realmente podia poseerte una y mil veces, vi como el ultimo de mis miedos volaba por la ventana y inmediatamente junto con todo ese poder, algo calido se abrio en mi, senti que debia cuidarte, mantenerte comodo y feliz, para ser feliz.

Acabamos rendidos, abatidos en la cama, quisiera decir que te tuve entre mis brazos, la verdad, es que tenia tu cara entre mis pechos, sintiendo tu respiracion recuperarse, haciendome cosquillas en la piel, activando una y otra vez mis terminales nerviosas, un juego de caricias interminable hasta que mi piel se acostumbro a tus caricias, y por fin quedamos dormidos, tu y yo, con tu cara entre mis pechos, y mis manos batiendo tu cabello perfecto, oscuro e interminable, con mis ojos bien cerrados, todo en conjunto.

Desperte al dia siguiente, di un pequeño salto en la cama, pero vi que eras tu y no me atrevi a despertarte, no aun, no hasta saber esactamente que estaba pasando, dure varios minutos, 15, 20, no lo se, todo ese tiempo cabilando, armando las imagenes, los sonidos, las sensaciones, cuando por fin entendi todo, bueno, tan solo me sonrei, y empeze, una vez mas a batir tu cabello perfecto, oscuro, interminable, rebatido, queria que despertaras para poder besarte de nuevo, aun que sea una vez, aun que sea un momento.

DL